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CONTAMINACION Y CALENTAMIENTO GLOBAL

HIPÓTESIS SOBRE EL CALENTAMIENTO GLOBAL

HIPÓTESIS SOBRE EL CALENTAMIENTO GLOBAL

Existen hipótesis alternativas que dan cuenta del fenómeno del calentamiento global

Se han propuesto otras hipótesis en el ámbito científico:

1) El incremento en temperatura actual es predecible a partir de la teoría de las Variaciones orbitales, según la cual, los cambios graduales en la órbita terrestre alrededor del Sol y los cambios en la inclinación axial de la Tierra afectan a la cantidad de energía solar que llega a la Tierra.

2) El calentamiento se encuentra dentro de los límites de variación natural y no necesita otra explicación particular.

3) El calentamiento es una consecuencia del proceso de salida de un periodo frío previo, la Pequeña Edad de Hielo y no requiere otra explicación.

4) En ocasiones se atribuye el aumento en las medidas al sesgo en la lectura de los termómetros de las Estaciones Meteorológicas "inmersas" en la isla de calor que han formado las edificaciones en las ciudades.

Algunos escépticos argumentan que la tendencia al calentamiento no está dentro de los márgenes de lo que es posible observar (dificultad de generar un promedio de la temperatura terrestre para todo el globo debido a la ausencia de estaciones meteorológicas, especialmente en el océano, sensibilidad de los instrumentos a cambios de unas pocas decenas de grados Celsius), y que por lo tanto no requiere de una explicación a través del efecto invernadero.

TEORIA DE LA VARIACION SOLAR

TEORIA DE LA VARIACION SOLAR

Conoce esta polémica teoría según la cual son las variaciones de la actividad solar las que producen alteraciones en la temperatura terrestre

Se han propuesto varias hipótesis para relacionar las variaciones de la temperatura terrestre con variaciones de la actividad solar, que han sido refutadas por los físicos Terry Sloan y Arnold W. Wolfendale. La comunidad meteorológica ha respondido con escepticismo, en parte, porque las teorías de esta naturaleza han sufrido idas y venidas durante el curso del siglo XX.

Sami Solanki, director del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar, en Göttingen (Alemania), ha dicho:

El Sol está en su punto álgido de actividad durante los últimos 60 años, y puede estar ahora afectando a las temperaturas globales. (...) Las dos cosas: el Sol más brillante y unos niveles más elevados de los así llamados "gases de efecto invernadero", han contribuido al cambio de la temperatura de la Tierra, pero es imposible decir cuál de los dos tiene una incidencia mayor.

Willie Soon y Sallie Baliunas del Observatorio de Harvard correlacionaron recuentos históricos de manchas solares con variaciones de temperatura. Observaron que cuando ha habido menos manchas solares, la Tierra se ha enfriado (Ver Mínimo de Maunder y Pequeña Edad de Hielo) y que cuando ha habido más manchas solares, la Tierra se ha calentado, aunque, ya que el número de manchas solares solamente comenzó a estudiarse a partir de 1700, el enlace con el período cálido medieval es, como mucho, una especulación.

Las teorías han defendido normalmente uno de los siguientes tipos:

Los cambios en la radiación solar afectan directamente al clima. Esto es considerado en general improbable, ya que estas variaciones parecen ser pequeñas.
Las variaciones en el componente ultravioleta tienen un efecto. El componente UV varía más que el total.
Efectos mediados por cambios en los rayos cósmicos (que son afectados por el viento solar, el cual es afectado por el flujo solar), tales como cambios en la cobertura de nubes.
Aunque pueden encontrarse a menudo correlaciones, el mecanismo existente tras esas correlaciones es materia de especulación. Muchas de estas explicaciones especulativas han salido mal paradas del paso del tiempo, y en un artículo "Actividad solar y clima terrestre, un análisis de algunas pretendidas correlaciones" (Journal of Atmospheric and Solar-Terrestrial Physics, 2003 p801–812) Peter Laut demuestra que hay inexactitudes en algunas de las más populares, notablemente en las de Svensmark y Lassen

En 1991 Knud Lassen, del Instituto Meteorológico de Dinamarca, en Copenhague, y su colega Eigil Friis-Christensen, encontraron una importante correlación entre la duración del ciclo solar y los cambios de temperatura en el Hemisferio Norte. Inicialmente utilizaron mediciones de temperaturas y recuentos de manchas solares desde 1861 hasta 1989, pero posteriormente encontraron que los registros del clima de cuatro siglos atrás apoyaban sus hallazgos. Esta relación aparentemente explicaba, de modo aproximado, el 80% de los cambios en las mediciones de temperatura durante ese período. Sallie Baliuna, un astrónomo del Centro Harvard-Smithsoniano para la astrofísica (Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics), se encuentra entre los que apoyan la teoría de que los cambios en el Sol "pueden ser responsables de los cambios climáticos mayores en la Tierra durante los últimos 300 años, incluyendo parte de la reciente ola de calentamiento global".

Sin embargo, el 6 de mayo de 2000 la revista New Scientist informó que Lassen y el astrofísico Peter Thejil habían actualizado la investigación de Lassen de 1991 y habían encontrado que, a pesar de que los ciclos solares son responsables de cerca de la mitad de la elevación de temperatura desde 1900, no logran explicar una elevación de 0,4 ºC desde 1980:

Las curvas divergen a partir de 1980 y se trata de una desviación sorprendentemente grande. Algo más está actuando sobre el clima. [...] Tiene las «huellas digitales» del efecto invernadero.
Posteriormente, en el mismo año, Peter Stoff y otros investigadores de Centro Hadley, en el Reino Unido, publicaron un artículo en el que dieron a conocer el modelo de simulación hasta la fecha más exhaustivo sobre el clima del Siglo XX. Su estudio prestó atención tanto a los agentes forzadores naturales (variaciones solares y emisiones volcánicas) como al forzamiento antropogénico (gases invernadero y aerosoles de sulfato). Al igual que Lassen y Thejil, encontraron que los factores naturales daban explicación al calentamiento gradual hasta aproximadamente 1960, seguido posteriormente de un retorno a las temperaturas de finales del siglo XIX, lo cual era consistente con los cambios graduales en el forzamiento solar a lo largo del siglo XX y la actividad volcánica durante las últimas décadas.

Sin embargo, estos factores no podían explicar por sí solos el calentamiento en las últimas décadas. De forma similar, el forzamiento antropogénico, por sí solo, era insuficiente para explicar el calentamiento entre 1910-1945, pero era necesario para simular el calentamiento desde 1976. El equipo de Stott encontró que combinando todos estos factores se podía obtener una simulación cercana a la realidad de los cambios de temperatura globales a lo largo del siglo XX. Predijeron que las emisiones continuadas de gases invernadero podían causar incrementos de temperatura adicionales en el futuro "a un ritmo similar al observado en las décadas recientes".

DERRETIMIENTO DE LOS POLOS

DERRETIMIENTO DE LOS POLOS

El calentamiento global y el derretimiento de los polos son dos fenómenos que afectan profundamente la vida en el planeta. Conoce más acerca de estas problemáticas, cómo el derretimiento de los polos produce un incremento en el nivel del mar, causas del calentamiento global, consecuencias del calentamiento global y el deshielo de los polos

EFECTOS DEL DERRETIMIENTO DE LOS POLOS

Los cambios climáticos pronosticados tendrían el potencial de derivar en cambios de gran escala, y probablemente irreversibles, en el clima, que provocará una gran reducción de los glaciares de Groenlandia y la Antártida

Después de los cataclismos, el hielo polar existente se derretirá, mientras que al mismo tiempo, se estarán formando los nuevos polos. El derretimiento ocurrirá más rápido que la formación de los nuevos polos, ya que para la formación están en juego más factores que para el derretimiento. Vamos a explicarlo. El hielo sobre los polos en formación, estarán de frente al sol, y el derretimiento se desarrollara en base a la temperatura del aire y a la absorción de los rayos solares, ya que ambos serán altos porque los polos estarán situados esencialmente en el nuevo ecuador. Cualquier cantidad de agua en los nuevos polos se congelara, pero el aumento de hielo en un polo no se debe completamente al agua que estaba cuando el polo tomo su nueva posición. El aumento viene de la precipitación, y esto se irá acumulando a lo largo de cientos de años. En algún momento, se establecerá un equilibrio, con los icebergs rompiéndose y flotando hacia aguas calientes y así por el estilo. La tierra por consiguiente, experimentara más agua en sus océanos por algún tiempo, después de los cataclismos.

Ha sido estimado por los científicos de su planeta, que el derretimiento completo del hielo Antártico, causaría que los océanos del mundo se elevaran en su nivel unos 200 pies. Esto es al medir el efecto que causa el efecto del hielo sobre la línea del mar, derritiéndose y luego regresando al cuerpo total del agua, nivelando todo. Ocurren más cosas todavía durante y algún tiempo después de que los polos actuales se posicionen bajo el sol ecuatorial y todos los volcanes activos exploten. ¿Qué grado de calor se generaría por la corteza y el núcleo al momento de separarse, y al comenzar a moverse el núcleo bajo la corteza? ¿Qué tanto calor es requerido para derretir una roca, cuando ocurre un rápido hundimiento de una placa sobre otra, A como lo han reportado los Indios de la costa oeste y los testigos del cambio de polos anterior en el medio Este? ¿Qué tan rápido se disipa el calor, aun de las cenizas de una fogata de campamento, al aire libre, o del asiento de una silla de la cual su ocupante se acaba de levantar? La mayor parte de la superficie de la Tierra está cubierta por grandes océanos, que se calentaran completamente, sin lugares fríos, después del cambio, y no volverán a tener sitios fríos hasta que pasen algunos siglos. Esta agua más caliente también se considerara en la elevación del nivel del mar en su mayoría.

Mientras que la completa formación de los nuevos polos tomará siglos en realizarse, los polos actuales posicionados bajo el sol ecuatorial, se derretirán rápidamente. El derretimiento de polos hará, por lo tanto que se aumente el nivel del mar en todo el mundo de unos 650 a 700 pies en un lapso de dos años. Los sobrevivientes que viven bajo este nivel, se encontraran con que tendrán que mudarse constantemente, ya que los ríos comenzaran a desbordarse de su orilla y las áreas pantanosas se harán lagos. Aquellos que estén planeando su lugar de supervivencia deberán considerar esto, así como planear rutas de escape para los sobrevivientes que podrían quedar atrapados por el aumento del agua. Los sitios de supervivencia se deberán elegir por su habilidad de ligar otras áreas terrestres que estarán sobre la línea del mar, para que las tecnologías y habilidades puedan ser compartidas entre los sobrevivientes. Los sobrevivientes, se encontraran con que es posible visitarse unos a otros, en vez de imposible, con un nuevo mundo sin mapas y ciertamente sin líneas de guía para las embarcaciones, en lo que parecerá ser un mar sin fin.

Si suponemos que los polos siempre han estado en el mismo lugar en el que están ahora, los humanos han extraído muestras del núcleo de la Tierra, y han asumido que serán un registro congelado de los cambios climáticos que han ocurrido en el pasado a través de eones - una capa de polvo aquí, una pizca de vegetación allá, un nivel de dióxido de carbón grande por acá, y así para cualquier número de variables. De cualquier modo, a diferencia de los anillos en un árbol que muestran su edad, las capas de hielo no muestran lo que está ausente. El tronco de un árbol es visto como un todo, reflejando la vida de un árbol, pero el hielo polar refleja sólo una porción de su vida que no se ha derretido aun. Muchos cambios de polos son leves, por lo que causan sólo un derretimiento parcial en sólo un lado. Por lo tanto, para los polos actuales, existen lugares donde las ruinas y los gases atrapados en el hielo, cuentan una larga historia.

DESHIELO DE LOS POLOS

Un grupo de científicos advirtió que el Ártico se quedará totalmente libre de hielo dentro de 22 años, si el planeta se sigue calentando a pasos agigantados a causa del cambio climático.

Hay ahora menos hielo en el mar Ártico que en cualquier momento previo de la historia, gracias, en buena parte, a un verano cálido y soleado, dice un experto en clima.

En fecha reciente, la extensión del hielo marino era calculada en 5.01 millones de kilómetros cuadrados (equivalente a 2.53 veces nuestro país y 3 mil 367 veces el DF).

“Está disminuyendo a un ritmo rápido”, dice Mark Serrase, científico del Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo, en Boulder, Colorado.

El previo récord mínimo, establecido el 21 de septiembre de 2005, fue de 5.32 millones de kilómetros cuadrados.

Científicos del centro dicen que, para fines del verano, el hielo en el mar Ártico podría reducirse a menos de 4.5 millones de kilómetros cuadrados.

Bruno Tremblay es profesor ayudante de ciencias atmosféricas y oceánicas en la Universidad McGill en Montreal, y proyecta un crucero de investigación a la región rusa del mar Ártico en septiembre.

Como preparación para el viaje, ha estado observando mapas actualizados de la extensión del hielo en el mar, que muestra el rápido derretimiento del hielo.

“Nunca pensé que el hielo se reduciría con tanta rapidez”, dice Tremblay. “Todavía falta un mes para que concluya el verano, y ya hemos superado el récord de 2005”.

El hielo marino se derrite y se vuelve a congelar con el transcurso de las temporadas, pero parte del hielo persiste todo el año en el Ártico.

La tasa actual de derretimiento del hielo marino es mucho más veloz que lo pronosticado por modelos de computadora del sistema de clima global.

Apenas el año pasado, Serrase, del Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo, dijo que el Ártico quedaría totalmente libre de hielo para el 2070. Pero ahora, piensa que ese deshielo podría
llegar en el 2030.

“Se habla del punto de inclinación, cuando el hielo se adelgace lo suficiente para que en cierto momento grandes partes no puedan seguir resistiendo el derretimiento causado por las altas temperaturas del verano”, dice.

Serrase dice que un clima muy cálido y soleado registrado este verano en el Ártico ha ayudado a acelerar el ritmo del derretimiento. Pero la declinación del hielo marino forma parte de una tendencia que se arrastra desde hace varias décadas. En los días oscuros del invierno, parte del hielo marino vuelva a aumentar. Sin embargo, en su conjunto, el manto de hielo se ha adelgazado.

“Es realmente una reflexión de lo que ha estado ocurriendo en el curso de los últimos 30 años”, dice. La pauta general es el calentamiento, la pauta general es el adelgazamiento de hielo. Y eso lo hace más vulnerable”.

La pérdida de hielo marino ya ha tenido impactos bien documentados en el medio ambiente Ártico, tal como la disminución del hábitat del oso polar.

Además, el derretimiento del hielo marino afectará la circulación de las corrientes atmosféricas y las pautas de lluvia, dice Serrase.

“Hay que pensar en el Ártico como una especie de nevera del sistema climático del Hemisferio Norte. Pero al perder el hielo marino, estamos alterando la eficacia de esa nevera”, dice.

Puesto que partes diferentes del sistema climático están integradas, lo que acaece en el Ártico afectará lo que ocurra en otras partes del planeta.

Sin embargo, los modelos climáticos se muestran en desacuerdo sobre la naturaleza de los impactos potenciales.

“Esa es la preocupación. Son las cosas que ignoramos, son las sorpresas climáticas que nos aguardan”, dice Serrase.

¿“Si perdemos el hielo marino, podríamos recibir una sorpresa climática con la que sería difícil de lidiar, como cambios en la precipitación”? pregunta.

Aumentan los huracanes
El número de huracanes del Atlántico que se forman cada año se ha duplicado durante un siglo y el calentamiento global es en gran medida el culpable, según un nuevo estudio.

El aumento sucedió en dos importantes épocas, uno durante 1930 y el segundo desde 1995. “No ha sido un aumento estable, gradual”, dice Greg Hollando, un científico del Nacional Center foro Atmospheric Research en Boulder, Colorado.

Los aumentos coinciden con los aumentos en las temperaturas de la superficie del mar en los trópicos del este del Atlántico. Estudios previos han atribuido estos aumentos a las emisiones de gases industriales.

“Esa (correlación) implica que hay una contribución sustancial del calentamiento global a la actual embestida de ciclones tropicales”, dice Holland.

El estudio también muestra que la proporción de huracanes importantes respecto a huracanes menos intensos ha crecido en años recientes. Eso coincide con estudios anteriores mostrando un aumento en tormentas más devastadoras.

Sin embargo, el nuevo estudio descubrió que la proporción de huracanes mayores ha fluctuado con un “notable periodo de oscilación constante” durante el siglo pasado, dice Holland. La oscilación parece ser una variante natural que no está asociada con el calentamiento de la atmósfera.

Entonces, mientras la severidad de las tormentas parece fluctuar en un ciclo natural, su frecuencia está en aumento, explicó.

“Lo que estamos viendo (ahora) es un punto alto de tormentas mayores, lo cual ha sido una oscilación muy, muy estable, combinada con un agudo aumento en la frecuencia de todas las tormentas, lo cual marca una tendencia”, dice Holland.

CALENTAMIENTO GLOBAL: CAUSAS

Existen numerosas teorías que intentan explicar los cambios de temperatura. Conoce algunas de ellas.

El clima varía por procesos naturales tanto internos como externos. Entre los primeros destacan las emisiones volcánicas, y otras fuentes de gases de efecto invernadero (como por ejemplo el metano emitido en las granjas animales). Entre los segundos pueden citarse los cambios en la órbita de la Tierra alrededor del Sol (Teoría de Milankovitch) y la propia actividad solar.

Los especialistas en climatología aceptan que la Tierra se ha calentado recientemente (El IPCC cita un incremento de 0.6 ± 0.2 °C en el siglo XX). Más controvertida es la posible explicación de lo que puede haber causado este cambio. Tampoco nadie discute que la concentración de gases invernadero ha aumentado y que la causa de este aumento es probablemente la actividad industrial durante los últimos 200 años.

También existen diferencias llamativas entre las mediciones realizadas en las estaciones meteorológicas situadas en tierra (con registros en raras ocasiones comenzados desde finales del siglo XIX y en menos ocasiones todavía de una forma continuada) y las medidas de temperaturas realizadas con satélites desde el espacio (todas comenzadas a partir de la segunda mitad del siglo XX). Estas diferencias se han achacado a los modelos utilizados en las predicciones del aumento de temperatura existente en el entorno de las propias estaciones meteorológicas debido al desarrollo urbano (el efecto llamado Isla de calor). Dependiendo del aumento predicho por estos modelos las temperaturas observadas por estas estaciones serán mayores o menores (en muchas ocasiones incluso prediciendo disminuciones de las temperaturas).

CALENTAMIENTO GLOBAL: CONSECUENCIAS

Las consecuencias potenciales del calentamiento global tendrán un gran impacto a nivel global.

Los cambios climáticos pronosticados tendrían el potencial de derivar en cambios de gran escala, y probablemente irreversibles, en el clima; resultando en un impacto de alcance global

Algunos ejemplos de los cambios pronosticados:

1) Significante reducción de la circulación del océano que transporta agua caliente al Norte del Atlántico.
2) Gran reducción de los glaciares de Groenlandia y la Antártida.
3) Aceleración del calentamiento global debido a la retroalimentación del ciclo de carbono en la biosfera terrestre.
4) Desprendimientos de carbono terrestre de regiones permanentemente congeladas e hidratos de metano en sedimentos costeros.

Las características finales de estos cambios aun son inciertas. Sin embargo, la probabilidad de que uno o más de estos cambios ocurran, incrementa con la magnitud y duración.

Los efectos del calentamiento global no serían uniformemente negativos. Los cambios podrían ser beneficiosos para algunas regiones e igualmente negativos para otras. Los científicos no pueden predecir con precisión cuando ocurrirán y la magnitud de los efectos que podría desencadenar el calentamiento global.

Según encuestas de diferentes regiones del mundo, el calentamiento global es hoy una preocupación mayor en la vida cotidiana de las personas. En ciertas ciudades se ha constatado que más del 90% de la población tiene preocupación por los efectos que dicho fenómeno podría traer a futuras generaciones.

Efectos en el clima
El incremento de la temperatura llevaría al incremento de las precipitaciones, pero el efecto en las tormentas es menos claro. Las tormentas extra tropicales dependen parcialmente en la graduación de la temperatura, que se debilitaría en el hemisferio norte mientras la región polar se calienta más que el resto del hemisferio; esto provocaría una baja en los niveles de hielo y una subida en los ciclos de deshielo a nivel mundial.

La temperatura del planeta ha venido elevándose a mediados del siglo XXI cuando se puso fin a la etapa conocida como edad de hielo, predicciones basadas en diferentes modelos del incremento de la temperatura media global respecto de su valor en el año 2000, cualquier tipo de cambio climático además implica cambio en otras variables la complejidad del problema y sus símiles múltiples interacciones hacen que la única manera de evaluar estos cambios se mediante el uso de modelos de computación que intentan similar la física de atmosfera y del océano, la teoría antropológica predice que el calentamiento global continuara si lo hacen las emisiones de gases de efecto invernadero. El cuerpo de la ONU encargado del análisis de los datos científicos es el panel intergubernamental del cambio climático (IPCC por sus siglas en ingles de inter-Governmental Panel on Climate Change).

TEORIA DE LOS GASES INVERNADERO

TEORIA DE LOS GASES INVERNADERO

TEORÍA DE LOS GASES INVERNADERO

¿Qué es el efecto invernadero? ¿Cómo se produce? Conoce aquí las respuestas

La hipótesis de que los incrementos o descensos en concentraciones de gases de efecto invernadero pueden dar lugar a una temperatura global mayor o menor fue postulada extensamente por primera vez a finales del s. XIX por Svante Arrhenius, como un intento de explicar las eras glaciales. Sus coetáneos rechazaron radicalmente su teoría.

La teoría de que las emisiones de gases de efecto invernadero están contribuyendo al calentamiento de la atmósfera terrestre ha ganado muchos adeptos y algunos oponentes en la comunidad científica durante el último cuarto de siglo. El IPCC, que se fundó para evaluar los riesgos de los cambios climáticos inducidos por los seres humanos, atribuye la mayor parte del calentamiento reciente a las actividades humanas. La Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (National Academy of Sciences, NAC) también respaldó esa teoría. El físico atmosférico Richard Lindzen y otros escépticos se oponen a aspectos parciales de la teoría.

Hay muchos aspectos sutiles en esta cuestión. Los científicos atmosféricos saben que el hecho de añadir dióxido de carbono CO2 a la atmósfera, sin efectuar otros cambios, tenderá a hacer más cálida la superficie del planeta. Pero hay una cantidad importante de vapor de agua (humedad, nubes) en la atmósfera terrestre, y el vapor de agua es un gas de efecto invernadero. Si la adición de CO2 a la atmósfera aumenta levemente la temperatura, se espera que más vapor de agua se evapore desde la superficie de los océanos. El vapor de agua así liberado a la atmósfera aumenta a su vez el efecto invernadero (El vapor de agua es un gas de invernadero más eficiente que el CO2. A este proceso se le conoce como la retroalimentación del vapor de agua Es esta retroalimentación la causante de la mayor parte del calentamiento que los modelos de la atmósfera predicen que ocurrirá durante las próximas décadas. La cantidad de vapor de agua así como su distribución vertical son claves en el cálculo de esta retroalimentación. Los procesos que controlan la cantidad de vapor en la atmósfera son complejos de modelar y aquí radica gran parte de la incertidumbre sobre el calentamiento global.

El papel de las nubes es también crítico. Las nubes tienen efectos contradictorios en el clima. Cualquier persona ha notado que la temperatura cae cuando pasa una nube en un día soleado de verano, que de otro modo sería más caluroso. Es decir: las nubes enfrían la superficie reflejando la luz del Sol de nuevo al espacio. Pero también se sabe que las noches claras de invierno tienden a ser más frías que las noches con el cielo cubierto. Esto se debe a que las nubes también devuelven algo de calor a la superficie de la Tierra. Si el CO2 cambia la cantidad y distribución de las nubes podría tener efectos complejos y variados en el clima y una mayor evaporación de los océanos contribuiría también a la formación de una mayor cantidad de nubes.

A la vista de esto, no es correcto imaginar que existe un debate entre los que "defienden" y los que "se oponen" a la teoría de que la adición de CO2 a la atmósfera terrestre dará como resultado que las temperaturas terrestres promedio serán más altas. Más bien, el debate se centra sobre lo que serán los efectos netos de la adición de CO2, y en si los cambios en vapor de agua, nubes y demás podrán compensar y anular este efecto de calentamiento. El calentamiento observado en la Tierra durante los últimos 50 años parece estar en oposición con la teoría de los escépticos de que los mecanismos de autorregulación del clima compensarán el calentamiento debido al CO2.

Los científicos han estudiado también este tema con modelos computarizados del clima. Estos modelos se aceptan por la comunidad científica como válidos solamente cuando han demostrado poder simular variaciones climáticas conocidas, como la diferencia entre el verano y el invierno, la Oscilación del Atlántico Norte o El Niño. Se ha encontrado universalmente que aquellos modelos climáticos que pasan estas evaluaciones también predicen siempre que el efecto neto de la adición de CO2 será un clima más cálido en el futuro, incluso teniendo en cuenta todos los cambios en el contenido de vapor de agua y en las nubes. Sin embargo, la magnitud de este calentamiento predicho varía según el modelo, lo cual probablemente refleja las diferencias en el modo en que los diferentes modelos representan las nubes y los procesos en que el vapor de agua es redistribuido en la atmósfera.

Sin embargo, las predicciones obtenidas con estos modelos no necesariamente tienen que cumplirse en el futuro. Los escépticos en esta materia responden que las predicciones contienen exageradas oscilaciones de más de un 400% entre ellas, que hace que las conclusiones sean inválidas, contradictorias o absurdas. Los ecólogos responden que los escépticos no han sido capaces de producir un modelo de clima que no prediga que las temperaturas se elevarán en el futuro. Los escépticos discuten la validez de los modelos teóricos basados en sistemas de ecuaciones diferenciales, que son sin embargo un recurso común en todas las áreas de la investigación de problemas complejos difíciles de reducir a pocas variables, cuya incertidumbre es alta siempre por la simplificación de la realidad que el modelo implica y por la componente caótica de los fenómenos implicados. Los modelos evolucionan poniendo a prueba su relación con la realidad prediciendo evoluciones ya acaecidas y, gracias a la creciente potencia de los ordenadores, aumentando la resolución espacial y temporal, puesto que trabajan calculando los cambios que afectan a pequeñas parcelas de la atmósfera en intervalos de tiempo discretos.

Las industrias que utilizan el carbón como fuente de energía, los tubos de escape de los automóviles, las chimeneas de las fábricas y otros subproductos gaseosos procedentes de la actividad humana contribuyen con cerca de 22.000 millones de toneladas de dióxido de carbono (correspondientes a 6.000 millones de toneladas de carbón puro) y otros gases de efecto invernadero a la atmósfera terrestre cada año. La concentración atmosférica de CO2 se ha incrementado hasta un 31% por encima de los niveles pre-industriales, desde 1750. Esta concentración es considerablemente más alta que en cualquier momento de los últimos 420.000 años, el período del cual han podido obtenerse datos fiables a partir de núcleos de hielo. Se cree, a raíz de una evidencia geológica menos directa, que los valores de CO2 estuvieron a esta altura por última vez hace 40 millones de años. Alrededor de tres cuartos de las emisiones antropogénicas de CO2 a la atmósfera durante los últimos 20 años se deben al uso de combustibles fósiles. El resto es predominantemente debido a usos agropecuarios, en especial deforestación.

Los gases de efecto invernadero toman su nombre del hecho de que no dejan salir al espacio la energía que emite la Tierra, en forma de radiación infrarroja, cuando se calienta con la radiación procedente del Sol, que es el mismo efecto que producen los vidrios de un invernadero de jardinería. Aunque éstos se calientan principalmente al evitar el escape de calor por convección.

El efecto invernadero natural que suaviza el clima de la Tierra no es cuestión que se incluya en el debate sobre el calentamiento global. Sin este efecto invernadero natural las temperaturas caerían aproximadamente 30 ºC. Los océanos podrían congelarse, y la vida, tal como la conocemos, sería imposible. Para que este efecto se produzca, son necesarios estos gases de efecto invernadero, pero en proporciones adecuadas. Lo que preocupa a los climatólogos es que una elevación de esa proporción producirá un aumento de la temperatura debido al calor atrapado en la baja atmósfera.

Los incrementos de CO2 medidos desde 1958 en Mauna Loa muestran una concentración que se incrementa a una tasa de cerca de 1.5 ppm por año. De hecho, resulta evidente que el incremento es más rápido de lo que sería un incremento lineal. El 21 de marzo del 2004 se informó de que la concentración alcanzó 376 ppm (partes por millón). Los registros del Polo Sur muestran un crecimiento similar al ser el CO2 un gas que se mezcla de manera homogénea en la atmósfera.

ENFERMEDADES PROVOCADAS POR LA CONTAMINACIÓN DEL AIRE

ENFERMEDADES PROVOCADAS POR LA CONTAMINACIÓN DEL AIRE

Es provocada por compuestos tóxicos como plomo, cobre, zinc y óxidos de carbono, azufre y nitrógeno que son arrojados como consecuencia de actividades humanas e incendios forestales, principalmente. Las fuentes que emiten tóxicos al aire pueden ser fijas o móviles; las primeras, como calentadores, estufas, quema clandestina de basura, industrias y centrales de producción de energía son responsables del 20% al 30% de la contaminación, en tanto que las segundas, como automóviles, transporte público, camiones y aeronaves ocasionan el mayor volumen de gases dañinos (70% a 80%).

En el corto plazo, el cuerpo humano sometido a tales contaminantes manifiesta estragos a través de enfermedades en piel, ojos y sistema respiratorio, entre ellas:

  • Conjuntivitis. Es la inflamación del tejido que cubre la parte blanca del ojo y el interior de los párpados (conjuntiva). Ocasiona lagrimeo y enrojecimiento del globo ocular, principalmente.
  • Dermatitis. Hinchazón cutánea causada por el contacto directo con una sustancia irritante; la piel enrojece y se experimenta incomodidad persistente.
  • Salpullido. Granitos o ronchas en la piel que ocasionan comezón y ardor, además de que duelen e incluso llegan a producir adormecimiento.
  • Envejecimiento de la piel. La presencia de contaminantes, junto con la acción del Sol, lluvia y viento genera arrugas y manchas, acelerando el envejecimiento de la epidermis.
  • Resfriado y gripe. Infecciones de nariz y garganta que ocasionan estornudos, dolor de cabeza, elevación de la temperatura corporal (fiebre) y cansancio.
  • Bronquitis. Inflamación de los bronquios o estructuras internas de los pulmones; se manifiesta con tos leve, dolor de garganta y exceso de mucosidades o flemas.
  • Faringitis y laringitis. Inflamación e infección de la parte superior (faringe) e inferior (laringe) de la garganta. Ocasiona ronquera o pérdida de voz (afonía), fiebre, dificultad para tragar, dolor y tos.
  • Sinusitis. Infección ocasionada por la obstrucción de uno o más senos paranasales (pequeñas cavidades o túneles situados al lado de la nariz que ayudan a filtrar, calentar y humedecer el aire que respiramos; también dan la resonancia a la voz y aligeran el peso del cráneo), aunque igualmente puede ser una complicación derivada de alguna infección en vías respiratorias.
  • Otitis. Inflamación de los oídos que puede ocurrir cuando infecciones en nariz y garganta se desplazan a los canales auditivos.
  • Neumonía o pulmonía. Infección grave de los pulmones que en muchas ocasiones se debe a complicaciones en el tratamiento de padecimientos menos severos, como bronquitis o gripe.
  • Tos ferina o pertusis. infección de los pulmones ocasionada por la bacteria Bordetella pertussis que ocasiona flujo nasal, fiebre, ataques de tos muy severa, dificultad para respirar y, cuando genera complicaciones, diarrea e incapacidad de tomar aire (asfixia).
  • Cáncer pulmonar. Se manifiesta mediante la presencia de un tumor maligno en tejido pulmonar; se debe a consumo directo o indirecto (fumadores pasivos) de tabaco, así como a inhalación de humo producido por combustibles.

DERRAME DE PETRLEO EN LAS AGUAS DEL GOLFO DE MÉXICO

DERRAME DE PETRLEO EN LAS AGUAS DEL GOLFO DE MÉXICO

 El derrame de petróleo en el Golfo de México sigue incontrolado, ya manchó las costas de Louisiana y ahora amenaza también a las de Florida, a un mes del accidente en la plataforma petrolera Deepwater Horizon, que manejaba la firma británica BP. Bajo un fuego constante de críticas, la petrolera aseguró hoy que está recuperando unos 5.000 barriles diarios de crudo de las aguas del Golfo, un volumen similar al que -según viene afirmando desde hace semanas- brota a las aguas desde la boca del pozo a 1.500 metros de profundidad. Expertos del sector denunciaron que la cifra provista por la BP es escasa y que la magnitud del desastre podría ser "diez veces peor" de lo estimado por la empresa británica. Pocos días después del accidente, la BP dijo que el derrame era de mil barriles diarios, pero tuvo que corregirse rápidamente cuando expertos federales estimaron que del pozo submarino brotaban 5.000 barriles por día. La BP explicó que las diferencias en el volumen de la pérdida no cambian la situación en la que se encuentra atrapada, sin solución a la vista para detener el derrame. Pero ambientalistas consultados por el Washington Post afirmaron hoy que una información adecuada de parte de la petrolera británica sería muy útil. "Conocer el volumen verdadero de la pérdida podría ayudar mucho a diseñar las estrategias para la limpieza del derrame", indicaron los ambientalistas.
    Mientras siguen las polémicas sobre los mecanismos utilizados para intentar controlar el derrame, las autoridades de Louisiana dijeron que unas 30 millas de la costa del estado sobre el Golfo de México ya fueron alcanzadas por las manchas de petróleo. Para peor, científicos de la agencia federal que supervisa los océanos y la atmósfera (NOAA, por su sigla en inglés) advirtieron que el derrame ya entró en contacto con la marea conocida como "Loop Current", que podría llevar la marea negra hasta la zona de los cayos en Florida. Se calcula que, en el mes desde que ocurrió la explosión, que mató a once operarios de la plataforma, en las aguas del Golfo se derramaron unos seis millones de barriles de crudo. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ordenó una "profunda investigación" del caso y ya expresó varias veces su "frustración" por la incapacidad de la BP para controlar el derrame